¡Vivo con mi madre! (En la calle del pepino)
Cuando era joven me decían que a los cincuenta ya vería: ahora ya los he cumplido y no veo nada[…]
Leer másCuando era joven me decían que a los cincuenta ya vería: ahora ya los he cumplido y no veo nada[…]
Leer másLos psicólogos hoy califican a ese fenómeno como “síndrome de Superwoman”. Plath ya sentía algo de eso en su interior en unos años cincuenta de posguerra próspera triunfante en los que a las mujeres apenas se las pedía más que ser las sumisas y encantadoras operadoras de sus nuevos y flamantes electrodomésticos…
Leer másSus requisitorias contra Dios, contra la Realidad, contra el Estado, contra la Democracia, contra la Sociedad del Bienestar, contra la Familia, contra el Tiempo, etc., no hacen otra cosa, una y otra vez, que denunciar usos perversos de un lenguaje sometido a, y apropiado por, el Poder, contra el que se alza, como suprema instancia…
Leer másEra, sin duda, bendita en su quehacer poético pese a declararse atea, puesto que cantaba a lo gratuito, liviano y de posesión común, o sea, a aquello que es de todos porque realmente no es de nadie. Además, lo hacía en versos sencillos, de métrica alada, tan despegados de su propia subjetividad…
Leer másYa nadie puede dudar de que el fin de la ciencia, sea ciencia natural o sea ciencia humana, es lo que Leibniz denominaba el Ars Inveniendi, es decir, el arte de inventar o forjar nuevas teorías y aplicaciones, si es que hoy pueden separarse abstractamente ambos momentos.
Leer másSi lo que se quiere es que los niños aprendan sin salir de casa, la televisión y sus innúmeros canales resultan la opción más cabal, habida cuenta de que en ellos el mundo real se les suministra ya hecho e interpretado…
Leer másEn ese momento los dos eran temperamentos apasionados pese a todo, condenados a pensar a la contra de un siglo que odiaron con la pasión del desengañado, humillados y ofendidos a la sazón por un público lector que se mostraba tozudamente remiso a otorgarles la comprensión…
Leer másOrtega reclamaba responsabilidad, mientras que García Calvo detestaba la responsabilidad y desde luego no era capaz de creer en destino alguno. Y justo en esto es en lo que me resulta difícil seguirle. Aun estando a favor de la emoción, los sentimientos y la ternura, no parece posible abandonar el mundo a su suerte, a su anárquica y heracliteana fluencia.
Leer más“Así que no he abogado por una teoría entre otras, ni por el sentido común, sino por la crítica de todas las teorías, incluida la crítica del sentido común. La perplejidad es la única moral literaria.»
Leer másToda una armadura de conveniencias y protocolos desde niña, todo un yugo de obligaciones oficiales, ser cuidada como un faisán prisionero, ser menos libre que el más tirado de tus súbditos, que hasta los propios Beatles se burlen un poquito de ti en una canción (por no hablar de los Sex Pistols…).
Leer más