Son diversos los caminos que nos ofrece Fundación de un Hashigake de Edgar Guillaumin Rojo, pero, para elegir alguno de ellos, siempre será necesario un puente. Un puente de luz que reúne pasado con futuro, origen con destino.
Es un libro compuesto de naufragios, retornos, encuentros más allá de la historia. La presencia de la Nueva España a través de Rodrigo de Vivero y Aberruza, y el invisible pero poderoso influjo de Miyamoto Musashi, el más grande guerrero del Japón del siglo XVII, cuya sabiduría nos guía en el trayecto, hacia una reflexión sobre la esencia y el sentido de la poesía.
Los poemas de Guillaumin Rojo tienen ese “sabor al haiku” del que habla Vicente Haya al referirse a Taneda Santōka. Sus versos se extienden y amplían libremente, a la vez que muestran una necesaria contencion (como un fino y diestro trabajo de escultor) y su sabiduría (como instantes en los que el caminante se entrega a la contemplación del mundo).
Quien quiera adentrarse en este libro, tendrá que estar dispuesto a un viaje en el que la poesía tiene la especial capacidad de generar preguntas, que solo ella puede contestar. En el silencio.
Ese instante limpio de sonidos que precede a las olas del mar, al naufragio y a la reconciliación de los contrarios. Ese silencio de la poesía que es, sobre todo, el final y el comienzo del lenguaje. (Juan de la Fuente Umetsu)
Dos poemas de Fundación de un hashigake
4
Ahora toca atender a las providencias del Rey de España
que tanto sugiere necesitar mi manejo en las tierras de Panamá
pero en pesadumbre y desde el secreto de mis orejas
sé que es posible otro motivo.
Tal vez la confianza que posaba en su mano y se esparcía sobre mi nombre
haya sido presa del aire
y de la hojarasca del celo
el temor creciente al poder del criollo pudo ser el alejamiento de la nao
que me aparta de Nipón y me recluye en Panamá.
Desde mi gobierno se controla el oro, la plata
y todo lo descubierto desde mi firme diligencia.
Pero ninguna jerarquía acata desde mi sueño
en mi pecho, todo es susurro entre espuma
de mar.
Las gaviotas dibujando recuerdos cerca de la playa.
Mi frente un jardín de arena.
Sin que nadie cerca de mí sea oídos u ojos
sobre las horas en las que es deber tomar sueño
doblo mis piernas en esa forma japonesa:
seiza. Junto
mis manos al centro de mi vientre
para que cruce el hilo
del rayo
que teje la dispersión de mi tormenta
y repite en sereno el mensaje.
Ya viene mi muerte
pronto viene
un galeón dispuesto a ser destruido,
mi cuerpo.
Que la madera de mi naufragio sea cabaña en tierra para mi hijo
que en una caminata de Cholula
halle el rastro de mi tornaviaje
que halle mis ojos poniendo escucha al hombre de las dos katana
que halle ese instante
ingrávido.
Sobre la pirámide de Tlachihualtépetl
la vía láctea.
Ya viene mi muerte
flota
en la elíptica de mis ojos.
Bajo la inmensa sombra de este árbol
las mantis y los sapos, las abejas y los ratones,
al igual que los niños,
los cocodrilos y los fantasmas
comen arroz.
No queda ningún granito en sus cuencos
no es que les angustie o teman al castigo de los dioses
pero bajo la sombra de este árbol,
el arroz importa más que cualquier dios.
Da un remordimiento terrible dejar a un pequeñito
arroz
en el desperdicio vacío del junco.
Si un día tuviera una casa que fuera la mitad de feliz
de lo que soy bajo esta sombra de árbol,
me gustaría que nunca faltara un tazón de madera
para recoger mi diaria porción de arroz
vaciarla en la olla bajo la justa medida del agua
sobre las olas del fuego.
Que cada grano de arroz chupe como si fuera familia de colibrí
pequeños corazones blancos latiendo vida y esponjando
creciendo suave, flotando hasta quedar cuerpo de arroz
contra cuerpo de arroz
y parecer que son un gran icerberg
vaporoso que se desmorona
a la entrada de la larga cuchara de madera
diseccionando bloques tejido musgoso de arroz
sobre cuenco. Bajo este árbol
el arroz crece como una casa
amalgama nuestros dedos. El aire que diluye,
no la del árbol. Un grano de arroz
diluye mi sombra.
Edgard Guillaumin Rojo (Tepeji del Río, Hidalgo, 1989). Poeta y traductor mexicano. Ganador del primer concurso estatal de haiku Iliana Godoy y de la beca para escritura creativa en Puebla PECDA 2020 en el área de poesía. Profesor de Literatura y Español para extranjeros. Actualmente cursa el doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Fundación de un Hashigake (Valparaíso Ediciones, Granada-España, 2023) es su primer libro de poemas.
