Singular caída de Norman Cameron (I)
Escribir poesía tenía que servir para algo que estuviese fuera de sí mismo. Repetía que escribía un poema porque pensaba que el poema quiere ser escrito…
Leer másEscribir poesía tenía que servir para algo que estuviese fuera de sí mismo. Repetía que escribía un poema porque pensaba que el poema quiere ser escrito…
Leer másEra, sin duda, bendita en su quehacer poético pese a declararse atea, puesto que cantaba a lo gratuito, liviano y de posesión común, o sea, a aquello que es de todos porque realmente no es de nadie. Además, lo hacía en versos sencillos, de métrica alada, tan despegados de su propia subjetividad…
Leer másEn ese momento los dos eran temperamentos apasionados pese a todo, condenados a pensar a la contra de un siglo que odiaron con la pasión del desengañado, humillados y ofendidos a la sazón por un público lector que se mostraba tozudamente remiso a otorgarles la comprensión…
Leer másTodo nuestro conocimiento se basa en un continuo aprendizaje, en un rastro continuo que hay que seguir, desde que alguien dibujó —por lo que fuera— algo en el interior de una cueva, que es el paralelismo perfecto para mencionar nuestro interior…
Leer más“Así que no he abogado por una teoría entre otras, ni por el sentido común, sino por la crítica de todas las teorías, incluida la crítica del sentido común. La perplejidad es la única moral literaria.»
Leer másEn esa relación poética y vital debe darse una alianza ente el joven poeta y la diosa-musa. La musa no es una mujer normal. Paradójicamente, los mejores poemas, los verdaderos, no son dedicados a ella sino a mujeres normales, o si son destinados a la Musa es desde la mujer particular que es.
Leer másara la vida real sólo reservaba una pose entre cachonda y cruel, mientras que para la vida lírica atesoraba todo lo demás: un manantial inagotable de confesiones íntimas transfiguradas en mentiras líricas, en invenciones melancólicas y fulgurantes.
Leer másTú ahora nos redimes, nos abres los ojos y creemos en ti. Anhelabas, y era tu vocación provocar Emoción, y tu ritmo y música poética han traspasado nuestra alucinada Alma. Somos, Hierro, duda y cambio, somos tránsito continuo, Alucinación perpetúa.
Leer másLa desconocida hermana mayor del haiku, posiblemente el whatsapp primigenio ¿No os ha ocurrido, a veces, que miréis donde miréis[…]
Leer másEn ningún momento he dudado de que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó[…]
Leer más